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El día de 1982 en que Estados Unidos aplastó a México


Tren Parlamentario

Vicente Bello

VICENTE BELLO

Al presidente Andrés Manuel López Obrador, ayer, un reportero le preguntó su opinión sobre lo que plantea el fondo Monetario Internacional, de que se suspenda la construcción de la refinería de dos bocas y que sea entregado todo el sector eléctrico a las compañías particulares. Respondió en un contexto político enardecido. Escuece hasta el tuétano a los opositores que Morena y el mismo AMLO no piensan negociar con el PRI, sino ponerlos contra las cuerdas: quienes voten la reforma en contra, serían traidores a la patria y estarían firmando, en los hechos, su muerte política en 2024; porque todo ese pueblo agraviado durante décadas que ahora apoya ciegamente al tabasqueño, se las va a cobrar todas el día de la elección.

López Obrador dijo:

“No estoy de acuerdo con ellos (el FMI).  Respeto sus políticas pero no creo en ellas. Causaron la decadencia económica y social en el mundo. Son responsables de la crisis mundial. El FMI y otros organismos financieros internacionales.

“Pero, también, en abono a estos organismos, la mayor responsabilidad recae en los gobiernos neoliberales que se sometieron a esas políticas, porque mandaban sus recomendaciones, sus recetas, y se aplicaban en los países al pie de la letra. Por ejemplo, eso: ‘va bien la economía de México… Van a crecer, ¿eh?  6.2 por ciento.  Pero les recomendamos  que no construyan  la refinería de dos bocas.  Mejor sigan comprando las gasolinas en el extranjero. Es… más rentable’. ¿O qué otra cosa recomiendan?”

--Qué entregue la energía eléctrica a trasnacionales –respondió el reportero que le preguntaba.

“Es lo mismo.  (Dicen:) ‘Entrégale a Iberdrola ya el monopolio completo, de la industria eléctrica’, porque esa es la libertad de mercado, entendida como la libertad del zorro en el gallinero. Entonces, pues no coincidimos. Los respetamos. Pero pues ya no tienen ellos la misma influencia que tenían antes.

“Es que era impresionante cómo ordenaban lo que se tenía que hacer. Cuando la crisis de Miguel de la Madrid, hay una anécdota: el secretario del Tesoro (de los Estados Unidos) recibe al entonces secretario de Hacienda, Jesús Silva Herzog.  Y lo recibe en su oficina, pero con los pies arriba de su escritorio.  

“Y tiene (México) qué entregar petróleo por anticipado. Se hipoteca el petróleo. Y se logra en condiciones onerosas. Hacen lo que quieren (los estadounidenses). Y creo que fue Reagan (el presidente estadounidense de entonces), porque está en la memoria del que era director del Tesoro.

“Le dijo Reagan al titular del Tesoro (equivalente gringo al Banco de México): ‘eres un malvado. Aplastaste a los mexicanos’. Y se reían: ja ja ja… Así era. Esto (lo platico) para los jóvenes.

“Eran cartas de intención.  Les decían (los estadounidenses a los mexicanos): ‘les vamos a prestar, pero tienen que aplicar estas  políticas: no aumento de salario,  incremento del costo de los servicios públicos,  privatización de empresas. Ahí venían  las condiciones, en las llamadas cartas de intención.  “Y luego ya no hacía falta que se firmaran las cartas de intención. Porque los que manejaban la política económica de México estaba formados  por ellos. Se cumplió  con el presagio, el pronóstico de aquel jefe del Departamento de Estado (de los Estados Unidos, Robert Lasing, 1920), el de la frase aquella de que es ‘muy fácil dominar a México’.  

“Pero, desde luego, las cosas han cambiado, porque en Estados Unidos hay más respeto hacia México. En la primera plática que tuve con el presidente Biden, agradezco mucho que una de las primeras cosas que me dijo fue: ‘yo no veo a México como el patio trasero  de los Estados Unidos’.

“Se lo agradecí mucho. Y, bueno, pues ya empezamos a entendernos.  Porque eso es muy importante.  Pero eso es nuevo. Antes no era así. Claro, hubo excepciones: con el presidente Roosevelt, con el presidente Kennedy.  Se entendieron bien con el presidente Cárdenas y con el presidente Adolfo López Mateos.  

“Pero ya no son esos tiempos. Ahora que voy a la ONU, voy a hablar de esos temas.  Porque tienen que cambiar las políticas. No se puede poner vino nuevo en botellas viejas. Ya el llamado modelo neoliberal ha demostrado su fracaso. No es alternativa. No es opción. Lo que hizo fue profundizar más las desigualdades sociales en el mundo y  alentar la violencia. La migración. La destrucción del planeta. Todo eso fue lo que produjo el modelo neoliberal, de modo que ya hay que cambiarlo.

“Para poner en la presidencia de México a un estadounidense y terminar con la revolución mexicana, que amenazaba con los intereses de las grandes corporaciones norteamericanas, principalmente petroleras.

“Miren lo que dice el ex secretario de Estado (Robert Lising):

“México es un país extraordinariamente fácil de dominar, porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Y aconseja: tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso conduciría otra vez  a la guerra. La solución necesita de más tiempo. Debemos abrir a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano.  En nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos. México necesitará administradores competentes, y, con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y, eventualmente, se adueñarán de la misma presidencia. Y sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos.  Y lo harán mejor y más radicalmente que lo que nosotros mismos podríamos haberlo hecho”.

Recordación histórica.

27/10/2021